Hace varios años atrás, me presenté para formar parte de la Pere Tarrès como vetllador/a, me encanta el trabajo con niños, me siento muy identificado/a con su vida, sus situaciones y muchas cosas más. La verdad que con muchísima ilusión, acepté el trabajo pensando que iba a tener un sueldo más o menos en condiciones y tampoco me iba a encontrar con situaciones como las que detallaré mas adelante.

Al principio todo iba perfecto, hasta que en el año 2021 me cambian de centro de trabajo, para llevarme a una escuela en la cual me comentaron que iba a estar con una niña con TEA (Trastorno del Espectro Autista). La fundación Pere Tarrès, me lo pintaba todo perfecto, que en ningún momento iba a estar solo/a, que siempre la figura de vetllador/a iba a estar acompañada/o en todo momento.

Al final eso no fue así, al principio, la niña tenia unos comportamientos bastantes estables, tenia TEA muy conductual, pero se dejaba llevar, hasta que un día, la escuela le empezó a prohibir que hiciera actividades fuera del colegio, la niña se quedaba en una clase conmigo a solas, pero ella no entendía porque ese vacío de los profesores.

Un día, la niña se encontró con una escena en la cual sus compañeros salían por la puerta para unas colonias y ella no participaba por que "era conflictiva", o eso decían. Y la niña se reveló y empezó a arrancar flores de los paterres, a tirar material por todo el patio. Yo intenté pararla pero fue en vano, me cogió con mucha fuerza y me empujó con todas sus fuerzas a una valla que había. Después de hacerme daño, avisé a Pere Tarrès para informarle de esto y me dicen que no pueden hacer nada, que si quería e deje el colegio donde estaba y me buscaban horas en otro colegio diferente.

Y aqui es donde comienza mi precaria situación laboral. Me empezaron a dar 5 horas aquí, 5 horas allí. Y al final era un ir y venir de un pueblo a otro de Catalunya, no llegaba a final de mes, empecé a buscar más horas pero mi situación era cada vez mas vulnerable. Las horas que me daban era cada vez en centros donde no especifican los problemas tan difíciles y conductuales que me encontraba. Hecho todo esto, empecé a coger el paro a tiempo parcial, para poderme sostenerme. Pero claro, todo era cada vez mas imposible, un piso que pagar de 800 euros, la mitad pagaba yo y la otra mitad mi pareja, tuvimos que alquilar habitaciones, pagar luz, fue cada vez era más complicado sostener mi casa. Encima de sueldos precarios, cada dos por tres la empresa me pagaba como le daba la gana.

En el 2022 en enero, me ofrece PereTarrès un trabajo de 25 horas en un centro, aquí sólo me especifica que son conductuales y algunos con TDA (Trastorno de Déficit de Atención), en teoría estaba todo perfecto. Pero cuando entro al instituto, lo que no esperaba era que el niño asignado tenía una patología mucho más grave, que por supuesto sin quererlo lo llevaba a agredirme, a insultarme. Intenté muchas veces ganarme su confianza pero el caso era muy complejo.

Después de hablar con Pere Tarrès para que me diera un plus de peligrosidad, Pere Tarrès, solo decía que intentara acercarme lo menos posible al niño y que intentara solo hacer contención en caso muy extremos. Un día, trabajando en clase con ellos, por unos segundos se ausentó la orientadora y el niño tenía unas tijeras guardadas en su bolsillo y me las puso en el cuello. Menos mal que entró rápidamente la orientadora y pegó una voz de alarma que hizo que el niño, saliera corriendo sin hacer daño, esto empezó a crear en mi un miedo aterrador, pavor y mucha frustración. Llamé a Pere Tarrrès y me di de baja por depresión durante un tiempo.

Actualmente estoy trabajando en otros centros escolares, pero cobrando un sueldo muy bajo por 15 horas y mi situación de precariedad es cada vez mas baja, no puedo mantener la casa, mi pareja tampoco. Tuve que pedir comida a Caritas, y si no llega a ser por la ayuda de profesores y familiares, no llegamos a fin de mes. Pedimos solo que nos paguen dignamente, ya que el nivel de vida es más caro y no podemos sostener una casa con lo que cobramos. Tampoco valoran el verdadero esfuerzo y trabajo de los vetlladores, que como veis es muy difícil, tenemos muchos riesgos y muchas veces estamos solos. Sufrimos en silencio el desamparo de todo esto sin rumbo y sin ninguna solución.